Cultura de la queja: los botellones y macrobotellones

Deberíamos cambiar YA la cultura de la queja por la cultura de la RECLAMACIÓN. Mucho quejarse en las tertulias, conversaciones y en las redes del ruido y de la suciedad, pero en eso nos quedamos.

Las leyes y ordenanzas sin voluntad y medios para cumplirlas, sirven para bien poco

Y pensar que todo se soluciona con leyes y policía es un error. Las leyes sin voluntad y medios para cumplirlas, sirven para bien poco más que para dar algún escarmiento a quien más nos molesta. Y pensar que con intervenciones policiales se puede atajar la conducta incívica de una parte relevante de la población, es un craso error. Si en una fiesta se reunen varios cientos de personas, la policía difícilmente puede dispersarlas, más cuando es un descampado con cantidad de potenciales proyectiles (latas, botellas, escombros, piedras) para los que se necesitaría un dispositivo policial de carácter militar, y la cosa acabaría en batalla campal.

Y esos cientos no son siempre los mismos, seguramente haya un núcleo duro, pero también espontáneos que se unen, algunos quizá por primera vez, por curiosidad o por probar. Pero el hecho es que en determinados momentos se juntan cientos, hay alcohol y drogas por medio, y lo único que se puede hacer es esperar a que se vayan.

¿Qué se puede hacer?

 La policía nos lo tiene dicho por activa y por pasiva. Hay que denunciar. Y denunciar pasa por aportar pruebas, evidencias. Qué, cuándo, dónde, a qué hora y quién. 

Nos dicen que si saben con antelación los puntos en los que va a haber macrobotellón pueden montar un dispositivo para impedirlo .¿Era macrobotellón lo que se ha organizado esta pasada noche? Una vecina nos ha pasado una foto de lo que quedaba de la fiesta a las ocho y cuarto de la mañana, y tenían la música a tope, tanto que se oía a cientos de metros. Ignoramos si alguien lo denunció en ese momento. Tampoco sabemos cuántos eran. A las ocho y cuarto bien pocos efectivos hacían falta para identificarlos y dispersarlos. Ya sabemos que es inverosímil que acuda la policía, a menos que se le den suficientes detalles como para evaluar que cuando lleguen seguirán allí y podrán intervenir identificando a los responsables y a los organizadores. Tampoco es cuestión de quedarse sólo con "tonto el último".

Las respuestas del ayuntamiento a los escritos de los vecinos son lamentables. Vienen a decir que no pueden hacer nada más de lo que hacen, y que si molestan, que llamen a la policía local. La policía local no tiene efectivos suficientes para atender quejas por ruidos. Tampoco es que hayan aportado mucha información a los vecinos de por qué no pueden atender con prontitud esas llamadas. Nos cuentan que con robos, violencia de género, violencia familiar, etc. ya tienen las noches "copadas". 

¿Qué se debe hacer? 

Mientras los afectados piensen que es un problema policial o del ayuntamiento de turno (especialmente cuando el equipo de gobierno es del color político enemigo) no se podrá solucionar. Porque hay muchas variables que quedan fuera. ¿Quiénes son los que acuden a esos eventos? ¿Quiénes organizan esos eventos? ¿Cuáles son los canales por los que se organizan? ¿Cuáles son las motivaciones de quienes acuden y de quienes organizan esos eventos? 
 
Por otra parte, ¿dónde están los propietarios de los solares y descampados? Tienen la obligación de vallar y mantener limpios los solares.  Hablaremos del tema de los solares y las vallas en otro artículo. En todo caso, no sólo hay inacción por parte de la policía y del ayuntamiento. También la hay por parte de los propietarios de los solares, que a la espera de "forrarse" con el PAI deciden no cumplir con las obligaciones derivadas de su condición de propietarios de suelo urbano.

 Motivaciones e intereses legítimos o ilegítimos

¿Hay intereses legítimos tras esas motivaciones? ¿O hay intereses ilegítimos? Claramente, los intereses de los organizadores no son intereses legítimos.  Porque la necesidad de ganarse el pan, o de enriquecerse sin atender a ninguna norma de salud pública, no es un interés legítimo. Tampoco es legítima la inacción de los propietarios de los solares, el que no se haya desarrollado el PAI no les da derecho a poner sus solares a disposición de quienes organizan botellones y macrobotellones. Entretenerse, desfogarse, divertirse - en principio no son intereses ilegítimos.
 
Pero no dan derecho a todo. No dan derecho a perjudicar la salud física y psicológica de los demás, que es lo que hacen perturbando el descanso nocturno de parte del barrio. No dan derecho a poner en peligro la integridad física de la ciudadanía impidiendo a trabajadores esenciales (conductores, sanitarios, operarios, etc.) descansar y atender sus trabajos con los cinco sentidos intactos.

No dan derecho a ensuciar calles y plazas de todos, incluidos los niños, con envases vacíos o medio vacíos, o usando cualquier pared o rincón para mear, cagar o vomitar. No dan derecho a consumir drogas o abusar del alcohol en vía pública o solares abandonados. No dan derecho a poner la música a tope. Seguramente ya han quedado medio sordos, pero en ese caso deberían recurrir a audífonos y no molestar a los demás subiendo el volumen de la música.

Si te cuesta poner una denuncia, al menos envíanos un parte

Aquí tienes nuestro formulario para comunicarnos hechos que podamos trasladar a la policía y al ayuntamiento. Cuanto mayor sea el volumen de datos concretos que podamos aportar, mayor fuerza tendrán nuestras reclamaciones, y mayor fuerza tendremos todos para que todo el barrio, no sólo los que no pueden dormir, sino también los que sí pueden hacerlo, se solidaricen y reclamen.

Y es de cajón: si hay una reclamación, el ayuntamiento y la policía no se mueven. Si hay cientos, y continuadas, sí lo harán. El ayuntamiento por interés político, y la policía, por tener información más concreta y detallada para intervenir e incluso prevenir.

Vamos a ir publicando las denuncias recibidas en esta página: respuestas al formulario

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